Abrazar un Árbol es una de las posiciones básicas del Chi Kung (Yoga Chino). Normalmente se trabaja en forma estática y funciona como un verdadero «acumulador de energía vital,» aunque también hay variantes con movimiento.
Abrazar el árbol nos permite integrar la energía de la madre Tierra (Yin) con la energía del Cosmos (Yang) para un funcionamiento armónico de todo nuestro ser. Trabaja como una verdadera recarga de energía universal (bioenergía).
La postura llamada «abrazar el árbol» tiene efectos sobre la salud extremadamente interesantes. En estos efectos tenemos:
- La mejora de la inmunidad humoral y celular
-Mejorías en la hipertensión, la anemia, el asma, la neurastenia, la artrosis y otras sintomatologías crónicas.
- Prevención de accidentes vasculares cerebrales.
- Supresión de la fatiga.
-Mejora de los trastornos del sueño, de la ansiedad y de factores psicológicos del envejecimiento.
- Mejora de la memoria y de la atención, lo que incide sobre un aumento de la inteligencia.
- Mejora la agudeza visual. Prevención de la fatiga ocular. Atenuación de la miopía.
DESCRIPCION DE LA POSICIÓN:
- De pie (como lo muestra la figura superior), con los pies paralelos y bien apoyados se flexionan ligeramente las rodillas para captar la energía de la tierra, por los puntos R1. Que ya sabemos quedan en la planta de los pies.
-La cabeza se estira como si nos jalaran de lo más alto de la coronilla para captar las energías del cielo por el punto DU20 (el punto de la Pineal).
-Se vascula la pelvis hacia adelante con lo cual se abre el Ming Men (DU 4)y se condensa la energía esencial hacia el Tan tien.
-Ubicamos los brazos como si estuviésemos abrazando el tronco de un árbol a la altura del pecho. Los brazos relajados, los dedos cómodamente separados sin que se toquen las manos.
Con esto activamos la circulación de la energía por los meridianos principales.
Debemos imaginarnos que tenemos raíces en las plantas de los pies que se comunican con la energía de la madre Tierra.
La respiración debe ser abdominal muy profunda (Tan Tien).
En los primeros minutos del ejercicio, cuando inhalemos debemos visualizar que la energía de la Tierra entra por las raíces de los pies y llega hasta la coronilla.
Después de unos minutos debemos invertir la visualización. En cada inhalación debemos imaginarnos que ahora es la energía del cosmos la que entra por la coronilla combinándose con la energía de la Tierra..
El ejercicio se hará por el tiempo que nos resulte cómodo pero un mínimo de 3 minutos. Si es más tiempo, mejor.
Es fundamental que le prestemos atención a las sensaciones corporales de calor, hormigueo, vibraciones, etc, para ser conscientes del flujo de la bioenergía.
BUENO,,,,,A PRACTICAR! Para que vean resultados. Que no quede en teoría....
Un fuerte abrazo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario